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Cuantas veces hemos asistido a una boda aburrida en la que después los novios nos dijeron que no era ni de lejos lo que habían imaginado porque el sitio, una pequeña sala de los juzgados o del ayuntamiento donde no les pueden acompañar todos los invitados, o la forma y duración de la ceremonia, una fría y rápida lectura del código civil, no era lo que pensaron.

Soy Francisco Formento y llevo más de quince años oficiando bodas, lo que hace que durante todo este tiempo muchas parejas hayan confiado en mí. Os transmitiré mi experiencia para que juntos podamos construir vuestra propia boda de una forma única y especial.

Una boda es una celebración de alegría, se espera que sea un momento emotivo y participativo, para que vosotros y vuestros seres queridos siempre la recordéis como un día especial. Vosotros elegís el lugar y yo, como Oficiante de ceremonias, os ayudo a convertir vuestra boda civil en una auténtica ceremonia a medida para uno de los momentos más importantes de vuestra vida.

​"Tantos años como oficiante me han llevado
a realizar todo tipo de ceremonias, solemnes, atípicas, divertidas, pero todas muy emotivas. Confiad en mi experiencia y hagamos realidad vuestros sueños."

Nos iremos reuniendo unos meses antes para ir personalizando la propia estructura de la ceremonia, las lecturas, la duración, las músicas, la participación de testigos y amigos, o los diferentes ritos y votos; creando una confianza mutua que hace que en la ceremonia lo tengamos todo pautado, sin dejar nada al azar, y consiguiendo así que el día de la boda no os case un desconocido, sino un amigo que dirija la ceremonia con fluidez, y todo salga perfecto y emotivo.

Después de haberos conocido en profundidad y compartido con vosotros los nervios y las expectativas, se crea un vínculo de amistad con la pareja, lo que hace del día de la ceremonia un momento muy emotivo también para mí.